Los Pueblos Eslavos y la Fundación de Kiev
Por milenios, la región entre los ríos Don, Dniéper y Volga, estuvo habitada por una gran gama de pueblos seminómadas y nómadas, la mayoría de procedencia indoeuropea. Esta región (que vendría a ser la actual Ucrania) estaba habitada por estos pueblos, llamados iranios, destacando los escitas y los sármatas. Al norte de esta región habitaban los eslavos.
Los orígenes precisos de los eslavos han sido, hasta el presente, objeto de incertidumbre, si bien se tiene constancia de su existencia desde la Antigüedad Tardía, gracias a los relatos propiciados por historiadores griegos y romanos. Durante los primeros siglos de nuestra era, los eslavos se establecieron y organizaron en torno a los ríos orientales de la gran llanura europea, como el Dniéper o el Vístula. En el oeste colindaban con los germánicos, al norte con los finougrios, al sur con los mencionados sármatas y escitas, y al este con pueblos nómadas túrquicos de las estepas de Asia Central.

Este delicado balance entre los distintos grupos étnicos entró en caos con la llegada de un nuevo jugador en el tablero geopolítico: los hunos. Las invasiones hunas generarían una reacción en cadena que llevaría a masivos y sucesivos desplazamientos demográficos al Imperio Romano de Occidente a lo largo del Siglo V, lo cual conduciría a su colapso. Esta coyuntura permitió a los eslavos expandirse más allá de sus tierras originarias en todas direcciones y llegaron a dividirse en tres subgrupos: los eslavos meridionales o eslavos del sur, los eslavos occidentales y los eslavos orientales.
Durante el Siglo VI, el emperador del Imperio Romano de Oriente, Justiniano el Grande, se propuso recuperar los territorios perdidos de Occidente: conquistó Italia, África y el sur de Hispania. Aunque cerca del final de su reinado enfrentó una segunda invasión bárbara, especialmente encabezada por los eslavos meridionales y pueblos túrquicos como los búlgaros, los ávaros y los jázaros. Los eslavos meridionales emigraron paulatinamente a los Balances y entraron en contacto con bizantinos; por otro lado, los eslavos occidentales fueron ramificándose en polacos, checos, moravos, sorbios o eslovacos; y por su parte, los eslavos orientales se esparcieron por toda la cuenca de los ríos Volga, Don y Dniéper: dominando una franja territorial que llegaba desde Mar Báltico y el Lago Ladoga hasta el Mar Negro.
La ciudad de Kiev, epicentro de los eslavos orientales, fue probablemente fundada en el Siglo V. De acuerdo con la leyenda, esta ciudad atravesada por el río Dniéper, fue fundada por Ki, un pionero eslavo-oriental. Ki defendió exitosamente su ciudad de los hunos, e incluso se dice que llegó a visitar Constantinopla en tiempos del emperador Zenón. Kiev fue conquistada – se desconoce la fecha exacta – por el kanato de los jázaros, uno de los pueblos túrquicos que emigraron a la estepa póntica-caspiana; sin embargo los jázaros no terminaron de consolidar su poder sobre los eslavos orientales.
Rúrik de Nóvgorod y la llegada de los Varegos
Nos situamos en el Siglo IX, pleno auge de los saqueos y el pillaje de los vikingos. Mientras los noruegos y daneses se aventuraron rumbo a Occidente entrando en contacto con los anglosajones, francos y con el Emirato de Córdoba; los vikingos suecos optaron por un camino alternativo: el este de Europa. Estos exploradores nórdicos llegaron a las desembocaduras de los ríos Dniéper y Volga, y se aventuraron por tierras eslavas, bálticas y finesas. Los vikingos suecos fueron conocidos como varegos por los eslavos, quienes les rindieron tributo.
Los varegos recorrieron los ríos de Europa oriental y fundaron las rutas comerciales del este: una que llegaba a Constantinopla o Miklagard a través del río Dniéper y el Mar Negro; y otra que llegaba a Bagdad a través del río Volga y el Mar Caspio. Ellos comerciaron con búlgaros, alanos, jázaros, bizantinos y árabes, con quienes intercambiaban esclavos, pieles, miel y otros bienes escandinavos, por especias, seda china y exóticos productos de Oriente. Con el pasar de las décadas, los varegos comenzaron a establecer sus poblados y asentamientos de cara a los ríos ya mencionados.

De acuerdo a la Crónica de Néstor (una de las escasas fuentes sobre este periodo de la historia rusa), uno de estos varegos fue Rúrik, quien junto a sus hermanos Truvor y Sineo, fundó el puesto comercial de Nóvgorod (en la actual frontera entre Rusia y Finlandia) en el 862. A través de su liderazgo, Rúrik logró someter a los pueblos eslavos orientales, y muchos lo reconocieron como su príncipe. Esta circunstancia sentó las bases para la consolidación de la primera dinastía rusa conocida como la Rúrikida. Como parte de su expansión, Rúrik conquistó una de las primeras ciudades eslavas, Kiev, la antigua urbe de los eslavos en el río Dniéper.
Las grandes ambiciones de Rúrik y sus hombres los llevaron a codiciar las grandes riquezas de Constantinopla, la capital del Imperio Bizantino, llamada Miklagard por los varegos (término que significa «La Gran Ciudad»). En el año 866, un ejército de varegos se postró delante de las grandes murallas de Constantinopla, gobernada en aquellos años por el emperador Miguel III el Beodo. Definitivamente, los varegos no eran rivales para las murallas constantinopolitanas y para las grandes embarcaciones imperiales equipadas con fuego griego, una suerte de lanzallamas medieval.

Con tal de cesar los ataques, el emperador Miguel III terminó otorgándoles un trato comercial más favorable, lo que permitió a los varegos ampliar sus redes de influencia dentro de los territorios bizantinos. Paulatinamente, los varegos comenzarían a desligarse de su cultura y costumbres escandinavas, para adoptar las tradiciones eslavas y mezclarse con ellos a través de matrimonios e intercambios culturales.
Oleg: del Principado de Nóvgorod a la Rus de Kiev
En el año 879 falleció Rúrik, delegando Nóvgorod a su pariente – probablemente su cuñado – Oleg. Este varego fue un príncipe temerario y ambicioso, e hizo expandir sus dominios considerablemente, sentando los primeros cimientos del futuro Estado ruso. En aquel entonces, la zona sur del Volga, Don y Dniéper le rendía tributo a los jázaros, territorio que también incluía a Kiev, en aquel entonces gobernada por los hombres del difunto Rúrik.
Oleg, encantado por las riquezas de Kiev, zarpó en el Dniéper con su ejército compuesto por varegos, eslavos y bálticos. En el año 882 tomó Smolensk, Lyubech, y la añorada ciudad eslava de Kiev; ahí, Oleg envió a ejecutar a los jefes varegos y unificó las ciudades de Nóvgorod y Kiev bajo su principado. Él se proclamó príncipe de Kiev, ejerciendo un dominio absoluto sobre varias tribus eslavas orientales y sus señores varegos. Dada a la posición geoestratégica de esta ciudad, Oleg trasladó la capital definitivamente de Nóvgorod a Kiev, y desde ahí forjó su imperio.


Oleg expandió el territorio de su nuevo reino al someter a las tribus eslavas que residían entre los ríos Don, Dniéper y Volga, la mayoría estaban controladas por señores de la guerra varegos o bajo patronato jázaro. Así fue como nació la Rus de Kiev, uno de los estados más influyentes de Europa oriental. Si bien es cierto la denominación rus hacía referencia a los varegos, pronto fue utilizada para referirse a todos los pueblos que habitaban en estas tierras.
Con un ejército más grande y organizado – gracias a la unificación de los eslavos por parte de la Dinastía Rúrikida – Oleg preparó un segundo asalto a Miklagard, Constantinopla, el premio máximo de los varegos. En el 907 dejó Kiev, y zarpó rumbo al Mar Negro con 2000 embarcaciones, donde llegaría a derrotar a la flota bizantina. En aquel entonces, el Imperio Bizantino sufrió un importante cambio de dinastía, resulta que Miguel III fue asesinado en una noche de ebriedad por Basilio I el Macedonio, quien instauró la Dinastía Macedónica en el 886. A quien se enfrentará Oleg sería el sucesor del mencionado Basilio: su hijo León VI el Sabio.

Viendo las fuerzas rusas llegar Constantinopla, el emperador León VI intentó bloquear las entradas al Bósforo, obligando a Oleg a desembarcar lejos de la ciudad imperial. Llegaron al barrio de Pera y saquearon varios suburbios y poblaciones bizantinas circundantes a Constantinopla. El emperador se mostró abierto a negociar con Oleg, y llegó a enviar provisiones al campamento del varego – las cuales por supuesto estaban envenenadas, aunque al conocer este tipo de tácticas, Oleg se negó a probar la comida. León VI finalmente aceptó concederle a los rusos más derechos comerciales y pagarles un tributo con tal de su retirada. Los rusos intentaron un siguiente ataque a Constantinopla en el 911, pero fue un estrepitoso fracaso que terminó con los varegos huyendo en sus navíos ardiendo en llamas.
Vladimir el Santo y la Cristianización de los Eslavos
Tras la muerte de Oleg en el 912, llegarían los principados de ígor (912-945) y Sviatoslav I (945-978). Durante sus respectivos gobiernos, las culturas varega y eslava terminaría por fusionarse, y el funcionariado varego comenzaría a adoptar formas más típicas de kanes que de jarls. Los encuentros violentos contra jázaros, pechenegos, búlgaros y bizantinos, fomentaría la integración de esta emergente cultura rusa en el resto del panorama regional, y extendería los alcances comerciales de los príncipes de Kiev. Aún así, los príncipes rusos no habían terminado de adoptar el cristianismo, cosa que sucedía con los zares búlgaros o los príncipes serbios, gracias a la influencia de la Iglesia Ortodoxa del Imperio Bizantino.
Esta situación cambió con Vladimir I el Santo, hijo de Sviatoslav I, quien, alrededor del 980, consolidó su posición en el trono de Kiev tras asesinar a sus hermanos. Si bien es cierto que Vladimir inició su reinado defendiendo a capa y espada el paganismo, llegando a tener la considerable suma de 800 concubinas, eventualmente tomaría la decisión de adoptar la fe cristiana por motivos lógicos. En aquella época el poder de los príncipes de Kiev no estaba centralizado, ya que la rus estaba fraccionada en varios principados menores que rendían vasallaje a Kiev, estos príncipes menores eran conocidos como boyardos.
Vladimir encontró la religión como herramienta de unificación, puesto que la religión cristiana ejercía una influencia cada vez más notable sobre sus súbditos eslavos, los cuales se habían cristianizado progresivamente desde el Siglo IX, cuando entraron en contacto con dos misioneros bizantinos: Cirilo y Metodio. Por lo tanto, el príncipe resolvió que le convenía sacar provecho de la situación religiosa de su reino para acrecentar su poder, por ello descartó la persecución religiosa y se mostró cada vez más interesado en el cristianismo ortodoxo.

La tradición bizantina también comenzó a encantar a Vladimir. Alrededor del año 1000, el príncipe de Kiev llegó a visitar Constantinopla, la cual contaba con medio millón de habitantes. Se maravilló de sus basílicas, sus palacios, sus grandes puertos, sus murallas teodosianas, y sus grandes centros de intercambio y actividad comercial. Eventualmente Vladimir decidió convertirse al cristianismo ortodoxo, en buscas de modernizar su principado y unificarlo espiritualmente. No obstante, convertirse al ortodoxismo también implicaba reconocer al emperador Basilio II como su padre espiritual, pero debido a las distancias geográficas, Vladimir supuso que en la práctica podría actuar con mayor autonomía. Basilio entregó la mano de su hermana Ana Porfirogéneta a Vladimir, e incluso, los rusos suministraron apoyo militar a los bizantinos, concretamente para conformar un nuevo cuerpo de defensa al servicio del emperador de Constantinopla: la Guardia Varega.
Como consecuencia de la conversión se creó el Arzobispado de Kiev, se adecuó el sistema penal para que correspondiera con los valores cristianos, y se inició un proceso de consolidación del estado cristiano de Kiev, utilizando al Imperio bizantino como modelo. También apareció el diezmo y la Rus de Kiev entró en una espiral de modernización y cristianización.
El Apogeo de la Rus
Quien sucedió a Vladimir el Santo en el 1015 fue Yaroslav I, con él, la Rus de Kiev alcanzó su mayor apogeo político, religioso y cultural. Su consolidación en el trono fue complicado, ya que tuvo que defender sus derechos de sucesión de las pretensiones de su hermano Sviatopolk, quien tenía el apoyo de húngaros y polacos. Yaroslav dejó de gobernar a suerte de señor de la guerra varego, para convertirse en un auténtico monarca, un déspota de Oriente, un gran príncipe de los eslavos que reinara de acuerdo a las leyes y costumbres, y que sea determinado a la hora de administrar sus tierras.
Como ya se mencionó, se descartaron las anticuadas leyes paganas, y en su lugar, Yaroslav introdujo un código legal basado en los principios cristianos. Se comenzó a preferir el encarcelamiento y la confiscación de bienes a la pena de muerte, y se empleó un sistema mucho más prudencial, justo y efectivo para administrar justicia. A este código legal se le conoció como Russkaya Pravda, la Ley del Rus.
Yaroslav fomentó la educación de la nobleza, los boyardos, a través de una enseñanza centrada en el estudio de la Biblia. Construyó colegios y centros de copia y traducción de manuscritos antiguos. También se levantaron grandes catedrales en Kiev y Nóvgorod llamadas Santa Sofía, emulando a la Basílica de Hagia Sophia de Constantinopla.

Yaroslav entró en guerra con los fineses, polacos, pechenegos, y bizantinos, y, gracias a dichos conflictos, logró expandir el territorio de la Rus de Kiev, lo que a su vez permitió a Yaroslav mayores contactos diplomáticos. La mayoría de estos enlaces se lograron con casamientos estratégicos, por ejemplo casó a su hermana con el rey de Polonia Casimiro I, esposó a uno de sus hijos con la hija del emperador bizantino Constantino IX, y también casó a sus tres hijas con Enrique I de Francia, Andrés I de Hungría y Harald III Hadrada, rey de Noruega. Este mayor contacto con Occidente fortaleció a la Rus, e hicieron de Kiev un centro de riquezas y oportunidades, en lo que una vez fue una aldea rural y austera.
Cuando envejeció, Yaroslav temió por la continuidad de su reino y la de su Dinastía Rúrikida; contaba con seis hijos y ninguno se mostraba como un heredero definido. Cuando falleció en el año 1054, los hermanos optaron por repartirse la Rus: ”Iziaslav, el mayor, recibió de Kiev a Nóvgorod; Sviatoslav se hizo cargo de la sede de Chernigov, de la ciudad de Murom y a la muerte de Vladimir, otro hermano, también de Tmutarakán; Vsevolod recibió Rostov y Pereiaslav; Igor, puso su sede en Vladimir-Volinsk; y Viaceslav recibió Smolensk, con la condición de que todos debían obedecer al mayor de ellos, que tenía el territorio de Kiev”.
La Fragmentación de la Rus
La precaria situación geopolítica interna que vivía la Rus de Kiev se le sumó la llegada masiva de los pueblos cumanos a la zona del río Ural. Los cumanos aplastaron las defensas rusas en Chernigov y Pereislav, tomaron el control del actual este ucraniano y el norte del Cáucaso (incluyendo la región del Volga), y debido a ello, terminaron bloqueando las vitales rutas comerciales de Kiev.
La llegada de los cumanos fue acompañada de rebeliones, guerras civiles y separatismos que hicieron a la Rus de Kiev una federación de principados de inestables fronteras. Estas guerras terminaron acabando con los hijos de Yaroslav, uno a uno; el mayor, Iziaslav I, fue asesinado en el 1078 por sus sobrinos. Sin un gran príncipe ocupando el trono de Kiev, una posible recuperación de la Rus era totalmente incierta.
Otro problema que sufrió la Rus de Kiev fue un significativo declive al comercio gracias al deterioro de las relaciones con Occidente. Sucedió que en el año 1054 el mundo cristiano se dividió en dos, debido al Gran Cisma de Oriente, donde el patriarca ortodoxo de Constantinopla rompió relaciones con el Papa de Roma. La Rus apoyó al Imperio bizantino como su histórico aliado ortodoxo. Desafortunadamente para Oriente, quien también atravesaba por tiempos difíciles era Bizancio, ya que tras una serie de guerras civiles y una importante pérdida territorial a manos turcas, el imperio estaba sumamente debilitado.
En tal contexto, la Rus de Kiev se vio aislada del resto de Europa, y como las distintas ramas de la Dinastía Rúrikida entraron en guerra civil, la importancia comercial y espiritual de la ciudad de Kiev fue en declive. Los boyardos dejaron de tener un sentido de pertenencia, y las ciudades rusas comenzaron a actuar como principados autónomos, identificándose con sus intereses regionales y desprendiéndose de la concepción de una nación rusa unificada. El último gran príncipe que logró gobernar sobre toda la Rus de Kiev fue Vladimir II Monomaco, ya que dio el gran y último intento de eliminar las disparidades identitarias de los príncipes y los boyardos.

Los intentos de Vladimir II de unificación desaparecieron con su muerte y la de su heredero, Mstislav I de Kiev y Nóvgorod. Durante el Siglo XII, la Rus de Kiev se convirtió en un tablero de ajedrez para los competidores de la Dinastía Rúrikida. A partir de este entonces, Kiev dejó de tener su vieja importancia política y se convirtió en un mero centro espiritual, abriendo paso a la hegemonía de nuevas ciudades periféricas como Vladimir, Rostov, Yuriev, Riazán, o más adelante, Moscú.
Referencias Bibliográficas
Arre Caballo (s.f.). La Rus de Kiev. Recuperado el 8 de Mayo de 2021 en https://arrecaballo.es/edad-media/la-rus-de-kiev/
Extra Credits [Extra Credits]. (2018, Noviembre 17). Viking Expansion – The Lands of the Rus – Extra History – #4. [Archivo de Video]. Recuperado el 8 de Mayo de 2021 en https://www.youtube.com/watch?v=fhz4Fe25rik
Kings and Generals [Kings and Generals]. (s.f.). Eslavos y vikingos: Rusia medieval y los orígenes de Kievan Rus. [Archivo de Video]. Recuperado el 8 de Mayo de 2021 en https://www.youtube.com/watch?v=W3CvfrmHpt4
Kings and Generals [Kings and Generals]. (2020, Julio 6). Primeras conquistas del Rus: Príncipes vikingos en el este de Roma. [Archivo de Video]. Recuperado el 8 de Mayo de 2021 en https://www.youtube.com/watch?v=HY8Lb1w1JzY
Kings and Generals [Kings and Generals]. (2020, Septiembre 10). How the Rus Became Christian – Vladimir the Great DOCUMENTARY. [Archivo de Video]. Recuperado el 8 de Mayo de 2021 en https://www.youtube.com/watch?v=TYxsfTMxaNY
Kings and Generals [Kings and Generals]. (2020, Octubre 22). Golden Age of the Rus: Christian Empire in the East DOCUMENTARY. [Archivo de Video]. Recuperado el 8 de Mayo de 2021 en https://www.youtube.com/watch?v=6b4kBTswuUk
Muy bueno tu articulo sobre la Rus de Kiev.
Hemos aprendido bastante de cómo se formó Rusia
Sigue adelante