El Semitismo: Origen
En el año 3100 a.C., el mundo entero quedó sumergido producto de un diluvio. El Génesis, primer libro del pentateuco de la Torá, relata que el llamado ”Diluvio Universal” fue obra de la ira de Yahvé. Hecho que también es relatado en las crónicas sumerias, donde se habla de cierta inundación que trajo el fin al Periodo de Uruk.
Sea cual sea la versión verosímil, ambas presentan cierta falibilidad histórica y geológica. El Pentateuco señala que los únicos sobrevivientes a esta catástrofe, fueron Noé y sus tres hijos: Sem, Cam y Jafet. Los cuales fundaron respectivamente al pueblo semita, de Medio Oriente; a los camitas del Norte de África y a los jafetitas Indo-Europeos.

Sem y sus descendientes solo fueron las raíces del gran árbol étnico que supone el semitismo. Pero si he de rescatar dos ramas predominantes, fueron los pueblos semitas que se asentaron en la cuenca superior del Tigris y Éufrates, conviviendo con los sumerios; y los que se instalaron en la ciudad de Canaán (actual Israel).
La Época de los Patriarcas
Estos cananeos poseían un territorio altamente ambicionado y anhelado por otros semitas, una de estas tribus semitas eran los hebreos. Los hebreos llegaron a Canaán tras recorrer un largo viaje desde la ciudad de Ur, alrededor del 1700 a.C., liderados por su patriarca Abram, y su sobrino Lot. Abram se convertiría en el padre fundador del judaísmo, como religión y como pueblo.
Se acreditaban ser ”el Pueblo elegido por Yahvé”, y que su misión era conquistar la ”Tierra Prometida” para cumplir el mandato divino, tal como indica el Génesis. Primero llegaron a la ciudad siria de Harán, para luego viajar al sur. Cuando llegaron a Canaán, establecieron una sociedad donde la tribu era dirigida por un patriarca. Estos clanes se dedicaban fundamentalmente al pastoreo, aunque en un momento dado optaron por la agricultura dada a la fertilidad propia del Levante.

Durante su liderazgo como patriarca, Abram se comportó como un agente intercesor entre su pueblo y Yahvé, es en este contexto que cambió su nombre a Abraham. Abraham tuvo dos hijos, Isaac e Ismael, con dos mujeres diferentes, Sara y Agar respectivamente. El principal antecedente del actual conflicto palestino-israelí fue, justamente, el destierro de Ismael por su procedencia ilegítima.
Tras la muerte de Abraham, Isaac se convertiría en el nuevo patriarca, y a su muerte le sucedería su hijo Jacob, quien también es llamado Israel. Jacob fue padre de doce hijos, fundadores de las ”12 Tribus de Israel”.

Bajo el liderazgo de Jacob, los hebreos se vieron obligados a migrar hacia el sur, debido a una sequía. Cuando las tribus hebreas llegaron a Egipto, descubrieron que había otro grupo semita asentado ahí: los Hicsos. Los Hicsos acogieron a los hebreos y les dieron tierras en Egipto.
Cuando los Hicsos fueron expulsados de Egipto, alrededor del 1580 a.C., los hebreos fueron perseguidos, marginados, severamente atributados, y posteriormente esclavizados. El pueblo hebreo viviría en cautiverio por cuatrocientos años. Es aquí donde entra la figura de Moisés, quien siendo un infante fue rescatado del Nilo por una princesa egipcia. Cuando este tenía cuarenta años, se le apareció Yahvé y le encomendó la tarea de liberar a su pueblo del cautiverio.
En el episodio conocido como ”el Éxodo”, Moisés lideró el regreso de los hebreos a la Tierra Prometida cruzando el paso del Mar Rojo, para luego merodiar cuarenta días y cuarenta noches en el desierto hasta llegar al Sinaí. Ahí, Yahvé le entregó a Moisés los tablones de los Diez Mandamientos, los cuales representaban la doctrina legal, filosófica, ética y religiosa la cual el pueblo judío estaría sujeto.

Con la muerte de Moisés, Josué se convirtió en el nuevo patriarca, para así continuar con el regreso a la Tierra Prometida. Josué lideró la reconquista de Canaán, la cual estaba ocupada por otro pueblo semita: los filisteos.
La Época de los Jueces
Cuando la necesidad de lucha para reclamar el territorio se hizo evidente, apareció el papel de un líder religioso y militar al mismo tiempo. Apareciendo el rol del Juez. Cuando volvieron a la Tierra Prometida los hebreos liderados por Josué, tomaron inicialmente la ciudad de Jericó.
Durante la Época de los Jueces, las doce tribus de Israel comenzaron a actuar independientemente, teniendo cada una su respectivo Juez. Entre los jueces más emblemáticos se encuentran Gedeón, Sansón, Elí y Samuel. Cada uno fue un destacado líder devoto a Yahvé. Un buen ejemplo es Sansón, quien fue bendecido con una fuerza insólita y sobrehumana, la cual estaba directamente vinculada con su larga cabellera. El libro de los Jueces, menciona que logró matar a mil filisteos con la quijada de un burro.

Con el Juez Samuel se logró la unificación de las doce tribus de Israel, acabó con la adoración idólatra a dioses falsos, y lideró a los hebreos bajo su devoción a Yahvé y su liderazgo en combate. El interés de Samuel por centralizar y unificar a los hebreos bajo un mismo emblema, llevó a la configuración de un estado monárquico.
La Época de los Reyes
Samuel coronó a Saúl como ”Rey de Israel” a petición del pueblo. Saúl sentó las bases para la configuración de un ejército hebreo. Pasó gran parte de su reinado combatiendo contra los filisteos y otros pueblos semitas.
A Saúl le sucedería David, natural de Belén. Como cuentan en el libro de los Reyes, David derrotó al gigante Goliat a corta edad. De esta forma comenzó a escalar rangos hasta volverse consejero personal de Saúl, y tras la muerte de éste y su hijo, David sucedería. El Rey David fue un gran conquistador, ya que tomó la ciudad filistea de Jerusalén y asentó la capital de su reino ahí. Jerusalén se convertiría el centro político y eclesiástico para los judíos, en parte se debe a que David encontró conveniente traer el Arca de la Alianza a Jerusalén.

A David le sucedería su hijo Salomón, el rey sabio. Durante su reinado se alcanzó la prosperidad comercial, ya que Israel pasó a ser el paso natural de Egipto a Mesopotamia. Asimismo fue la mente arquitecta del Templo de Jerusalén, edificada como la cámara protectora del Arca y como centro de adoración a Yahvé.

Salomón contraería matrimonio con la Reina de Saba, con quien tendría dos hijos: Roboam y Jeroboam. Con la muerte de Salomón se produciría el Cisma. Esto se dio, ya que los hebreos en Galilea, Samaria, Perea y Decápolis, se negaron a pagar los tributos impuestos por Salomón.
Cisma y Dominación Extranjera
Durante el Cisma, el Reino de Israel sería dividido en dos reinos independientes: el Reino de Israel del Norte y el Reino de Judá; con Jeroboam y Roboam como reyes, respectivamente. Para el 750 a.C. el Levante estaría dividido en varios reinos semitas, y ciudades-estado menores, la mayoría adoraban a Yahvé. Estos reinos (entre los que destacan Israel del Norte y Judá) estaban comprendidos entre dos potencias regionales: Egipto y el Imperio Asirio.

Tras el Cisma vendría la decadencia de Israel, la cual se vería palpable con la expansión del Imperio Asirio hacia el sur. Ya que alrededor del 720 a.C. las fuerzas asirias lideradas por su rey, Sargón II, invadieron el Reino de Israel del Norte y tomaron Samaria, su capital. Varios judíos se vieron forzados a evacuar hacia el sur, hacia su vecino el Reino de Judá. Aún así los asirios continuaron su expansión hacia el sur, tomado Egipto en el 671 a.C.
La región permanecería en manos asirias por cerca de un siglo, hasta la propia caída del Imperio Asirio a manos de la coalición Meda-Babilónica. Con la caída de Nínive (capital asiria), los babilonios y egipcios comenzaron a competir por territorio de la fragmentada Asiria. Fueron los babilonios quienes obtuvieron la hegemonía regional, tomando Jerusalén en el proceso.
En el año 586 a.C., el Rey Sedecías de Judá hizo un pacto con los egipcios, enemigos de los babilonios, a discrepancias del Profeta Jeremías, su consejero. Y como consecuencia el rey babilónico Nabucodonosor II movilizó a sus legiones contra Jerusalén.

Como consecuencia del asedio, el Templo de Salomón fue destruido, el rey Sedecías fue aprisionado, y la población hebrea fue llevada a Babilonia en condición de esclavos.
Durante su estancia en Babilonia, el pueblo hebreo volvió a configurarse como en la Época de los Patriarcas, ya que fueron liderados por emblemáticos profetas como Ezequiel y Daniel. Además se comenzaría a escribir la Torá, y se establecería el código penal hebreo, la denominada Ley de Moisés. A finales del Siglo VI a.C., el pujante Imperio Aqueménida conquistaría Babilonia, liderados por su Rey Ciro el Grande. Ciro permitió el regreso de los hebreos a Jerusalén, donde se reconstruyó el Templo de Salomón.
En el año 334 a.C. el visionario rey macedonio, Alejandro Magno, partió con su ejército y sometió al Imperio Persa Aqueménida y a sus territorios sojuzgados, incluyendo a Israel la cual pasó a las manos de los macedonios.
Alejandro Magno murió en el año 323 a.C., en Babilonia, sin ningún sucesor a su imperio. Así que a su muerte, el Imperio Macedonio fue dividido entre sus generales, formando varios reinos helénicos. Israel y Jerusalén estaban ahora bajo el control de la Dinastía Ptolemaica, como consecuencia varias comunidades judías migraron a Alejandría, y el Torá fue traducido al griego.

Durante la dominación ptolemaica, y la posterior dominación seléucida, la cultura hebrea pasó a estar fuertemente influenciada por la griega.
En el año 164 a.C. una milicia judía se organizó en Jerusalén, liderada por Judas el Macabeo. Tras una revuelta se le concedió independencia a Israel de la Dinastía Seléucida. La Dinastía Hasmonea es establecida en Israel, el Reino de Israel está, nuevamente, bajo dominio judío. Un siglo más tarde, en el año 64 a.C., el Reino de Hasmoneo de Israel fue conquistado por el general romano Pompeyo. Los romanos anexaron toda la región y llegaron hasta Egipto, sometiendo a los ptolemaicos, tras la Batalla de Accium.
En el año 70 d.C. los judíos de Jerusalén se rebelaron ante la dominación romana, causando que los romanos, liderados por el general Tito Flavio Sabino Vespasiano, asedien y saqueen la ciudad, las comunidades judías entraron en exilio, escapando hacia Europa Occidental. Durante el sitio los romanos destruyeron el Templo de Salomón, actualmente la única parte del templo en pie es el Muro de los Lamentos.

Los judíos han sido, posiblemente, la etnia más polémica y controversial de la historia. Ya que tras la diáspora hacia Europa, encontraron intolerancia y marginación en varios países. Comunidades judías sufrieron ataques cristianos durante la Primera Cruzada, ya que eran vistos como la etnia maligna que crucificó a Jesucristo. La Iglesia acusó a los judíos de provocar la Peste Negra. Los Reyes Católicos expulsaron a los judíos de España, ya que los consideraban idólatras y herejes. En la Segunda Guerra Mundial, los judíos sufrieron una sanguinaria persecución gracias a la limpieza étnica orquestada por los Nazis.
El principal aporte de los judíos a la historia en sí, fue el establecimiento del monoteísmo, concepto desconocido en aquella época. Relacionando la cosmología con la figura Yahvé. Quien estableció esta doctrina fue Moisés tras el Éxodo.
Referencias Bibliográficas
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