El Gran Imperio Mongol

En el año 1227 Genghis Khan, gran khan del Imperio Mongol, encontró la muerte – de forma súbita e inesperada – al caerse de su caballo. Genghis dejaba un gigantesco imperio tras de sí, el cual abarcaba Mongolia, el norte de China, Manchuria, el Turquestán, el Jorasán, y las costas del Mar Caspio. Sin embargo, la muerte del gran khan no detuvo el ansia de conquista de los mongoles; y más bien, los herederos se propusieron que el imperio pueda perdurar sin depender de su creador.

Genghis Khan, gran khan del Imperio Mongol

El Reinado de Ogodei Khan

En 1229, se eligió a Ogodei, el tercer hijo de Genghis, como nuevo gran khan y soberano de todos los mongoles. En vida, Genghis había delegado porciones de las conquistas a sus otros hijos legítimos: Jochi (quien murió prematuramente), Chagatai, y Tolui; quienes ahora le debían lealtad a su hermano Ogodei (considerado por su padre como el más apto para asumir semejante responsabilidad, a pesar de no ser el primogénito).

Ogodei fortaleció la administración y consolidó toda la maquinaria burocrática del Estado, nombrando a miembros de la guardia imperial y a ministros suyos como gobernadores regionales. Del mismo modo, el khan reformó y modernizó el sistema tributario, para que así no solo se limitara a la confiscación de propiedades. Asimismo, Ogodei terminó de instalar a la corte en la suntuosa urbe de Karakórum, la cual vería al Imperio Mongol ingresar a un periodo de paz y estabilidad dentro de sus fronteras.

Ogodei Khan, gran khan del Imperio Mongol

Ogodei embelleció Karakórum a más no poder: levantó los primeros grandes palacios, fomentó la urbanización y construcción de barrios (donde se podría acoger a arquitectos y artesanos extranjeros que profesaran distintos credos), construyó iglesias y mezquitas, y erigió un observatorio astronómico. Destaca el Palacio de la Paz Infinita, que vendría a ser la residencia oficial del gran khan; por ello, el palacio contaba con todo tipo de comodidades y lujos: jardines preciosos con lagunas y animales exóticos, grandes harenes (donde eran enviadas varias niñas de los territorios conquistados), costosas esculturas de plata, etc.

Representación histórica de Karakórum, capital del Gran Imperio Mongol

Aunque al igual que su difunto padre, las principales ambiciones de Ogodei se centraron en la conquista de nuevas tierras. En 1231 conquistó la región persa de Fars – el último bastión del extinto Imperio Corasmio -, luego tomó Azerbaiyán, y después concretaría la conquista de Georgia. Ogodei también dio énfasis en la subyugación de China, especialmente de la Dinastía Jin, cuya conquista se había pospuesto al morir Genghis.

Ogodei Khan supo continuar con el trabajo inconcluso de su antecesor, y con el apoyo del gran general Subotai, realizó una campaña militar contra los yurchen del Imperio Jin. En 1232, los mongoles asediaron Kaifeng, la capital Jin. Este asedio es conocido por la participación de armas de fuego primitivas, como cohetes y explosivos tempranos. A pesar de este intercambio de fuego, Kaifeng cayó ante los mongoles, obligando al emperador yurchen, Aizong, a huir a Caizhou. Ogodei presionó su ofensiva, y también logró tomar esta ciudad, pero solo para encontrarse con que el emperador Jin se había suicidado.

Una vez sometido el Imperio Jin, la corte del khan fijó nuevos objetivos de conquista: el Tíbet, la China de los Song, y los principados rusos de Europa oriental. La inteligencia mongola encontró más factible atacar a los rusos, puesto que estaban desunidos, y por ende representaban un objetivo más fácil de conquistar. Fue así como en 1236, Batu Khan (hijo de Jochi y nieto del gran Genghis Khan), encabezando un ejército de 150 000 efectivos, cruzó el río Volga y lideró una invasión a gran escala a la Rus de Kiev (la cual se llevó a cabo entre 1237 y 1242).

Sin mayor dificultad, los mongoles sometieron a la Bulgaria del Volga, y al año siguiente iniciaron los ataques a los principados rusos. El primer objetivo fue la ciudad de Riazán, la cual apenas resistió en pie seis días, y fue completamente destruida por las catapultas mongolas; como resultado, gran parte de la población fue masacrada, y aquellos más dóciles fueron vendidos como esclavos en los mercados de Asia Central.

Asedio de Riazán (1237)

Tras Riazán, sucumbieron Moscú, Murom, Kolomna y Cumania, y en 1238, la horda mongola ya estaba asediando la rica ciudad de Vladimir, gobernada por Yuri II. La capital del Principado de Vladimir-Súzdal fue ocupada y quemada tras un corto asedio de tres días. El principe Yuri II intentó convocar un ejército y contraatacar, pero fue fulminado en la Batalla del río Sit por las hordas de Batu Khan, en la cual el ruso acabó decapitado. Tras numerosos avatares, los mongoles saquearon Crimea, y luego tomaron Smolensk, Pereslavl-Zaleski, y Chernigov. En diciembre de 1240 Batu Khan arrasó Kiev, centro espiritual y cultural de los rusos.

Por llegar prácticamente de la nada y realizar tan fugaz y devastadora conquista, la caballería mongola fue conocida como los ”jinetes del diablo”. Y según parece, los rusos no llamaron mongoles a estos invasores, sino tártaros (se debate si es por el parecido de la devastadora invasión con el Tártaro, el infierno grecorromano, o por los contingentes de la vieja tribu de los tártaros dentro del gran ejército mongol). Se calcula que la conquista mongola de los principados rusos terminó con la vida de casi la mitad de la población.

Principado de la Rus de Kiev (1237)

Los mongoles permitieron a los príncipes rusos seguir gobernando sus respectivos dominios como vasallos del Gran Imperio Mongol. Para ello, el gran khan designó a un representante suyo que esté encargado de la tributación, de asegurar la ley y el orden, y de hacer respetar la soberanía mongola.

En 1241 el príncipe Alejandro Nevsky rindió la República de Nóvgorod para evitar su destrucción, y acto seguido Batu Khan continuó su campaña invadiendo el Principado de Galitzia-Volinia y los reinos de Polonia y Hungría. En las batallas de Leingitz y Mohi, los mongoles enfrentaron y vencieron a una coalición de polacos, húngaros, alemanes, valacos y caballeros teutónicos; lo que les permitió tener vía libre para saquear las ciudades de Cracovia, Buda y Pest.

Batalla de Leingitz 1241, la caballería mongola se enfrenta a los caballeros de la Orden Teutónica

Aparentemente todo estaba perdido para Europa, pero sorpresivamente las hordas de Batu Khan emprendieron la retirada. Resulta que Ogodei Khan había fallecido, lo que obligaba a todos los líderes mongoles a volver a Karakórum para la celebración de un nuevo Kurultai, donde se elegiría un sucesor.

Una vez finalizada la conquista de Rusia, Batu Khan decidió instalarse en la ciudad de Sarai Batu – ubicada en el Cáucaso, a orillas del Volga – la cual funcionaría como su capital. De esta forma nacieron dos Estados mongoles autónomos: la Horda Azul, gobernada por Batu, y la Horda Blanca, gobernada por su hermano Orda, (las cuales en conjunto se les conoce como la Horda de Oro). Si bien es cierto que la Horda de Oro gozó de amplia autonomía, esta – por ahora – seguía estando subordinada a la autoridad del gran khan.

Mapa de la Horda de Oro (circa 1250)

Crisis de Sucesión tras la muerte de Ogodei

La muerte de Ogodei Khan en 1241 dejó un enorme vacío de poder; y debido a la vastedad del imperio que dejaba como sucesión, las aspiraciones personales de varios miembros de la familia real pronto devinieron en disputas políticas y guerras por el poder total.

Quien logró hacerse con el control del imperio, a base de conspiraciones, fue la viuda del khan, Töregene. La regente era consciente de que si buscaba mantenerse en el poder debía rodearse con aquellos que le debieran lealtad únicamente a ella, y para ello comenzó a remover a todos los fieles de su difunto marido a base de purgas. El objetivo de Töregene era postergar la elección del nuevo khan para que así su hijo con Ogodei, Guyuk, pueda ser emerger como nuevo soberano de los mongoles. Tras cinco años de regencia, Guyuk pudo asumir la herencia de su padre como nuevo gran khan, aunque su reinado apenas duró dos años (1246-1248).

Guyuk Khan, gran khan del Imperio Mongol

El principal rival al poder de Guyuk era Batu Khan – el conquistador de Europa del este y khan de la Horda de Oro. Guyuk estaba decidido a continuar la campaña en Europa, a vistas de poder hacerse con los Balcanes; para ello viajó a la Horda de Oro y reclutó a las tropas de Batu (utilizando su dignidad como gran khan). En 1248, mientras se encontraba de camino a Europa, Guyuk enfermó y murió, supuestamente por abusos del alcohol.

Tras la inesperada muerte del joven khan, se formó una regencia liderada por la viuda, hasta que el Kurultai nombrase a un nuevo sucesor. Varios miembros del amplio linaje de Genghis Khan aspiraron el poder, y frente a todas las facciones de herederos, el elegido fue Mongke (hijo de Tolui, y nieto de Genghis). Quien jugó hábilmente sus cartas diplomáticas para asegurar la elección de Mongke fue Batu Khan, puesto que le prestó apoyo a su primo por temor que asuma otro miembro del linaje de Ogodei. Fue así como el Kurultai eligió a Mongke Khan como nuevo soberano en 1251.

El Reinado de Mongke Khan

Mongke, como gran khan, reactivó las conquistas y las campañas bélicas, las cuales se habían visto imposibilitadas por las recientes regencias y conflictos internos. El emperador mongol enfocó sus esfuerzos contra la China meridonial, donde gobernaba la Dinastía Song; pero él era consiente de que la mejor estrategia para tomar el último imperio chino en pie, sería rodeándolo, para así abrir más frentes.

Mongke Khan, gran khan del Imperio Mongol

Siguiendo con la estrategia establecida, Mongke comenzó la conquista del sudeste asiático. En 1251 cayó el Tíbet, permitiendo a los mongoles hacerse con el control de los grandes monasterios budistas de la región. Poco después, Mongke envió a su hermano Kublai a conquistar el Reino de Dali, en Yunnan, el cual cayó en 1254; no obstante, el gran khan permitió a su monarca seguir gobernando a suerte de vasallo.

Acto seguido, Mongke dirigió personalmente a sus hordas en una invasión hacia la Indochina. Su primer objetivo en dicha región fue el Reino de Dai Viet (la actual Vietnam), llegando a tomar su capital, Thang Long, en 1257. Sin embargo, el clima tropical, una epidemia de malaria, y el terreno traicionero obligaron a los mongoles a emprender la retirada, no sin antes lograr la sumisión del soberano vietnamita. Mongke también realizó una exitosa conquista al Reino de Goyreo (es decir, Corea) en 1258, lo que abrió las puertas para futuras expediciones por las islas del Pacífico.

Vietnamitas atacando a mongoles con elefantes.

En simultáneo, los mongoles llevaron a cabo una de sus campañas militares más recordadas de la historia: la conquista del mundo árabe. Esta serie de conquistas en el Medio Oriente fueron llevadas a cabo por Hulagu Khan, otro de los hermanos del jefe supremo Mongke. Previamente, en 1243, los mongoles habían logrado derrotar a los selyúcidas en la Batalla de Kose Dag; tras la cual tomaron media Anatolia, avasallando tanto al Sultanto de Rum como al Imperio de Trebisonda.

Una vez convocado en Medio Oriente, Hulagu ejecutó una serie de espectaculares ofensivas contra varios imperios musulmanes. Su primer objetivo fueron las fortalezas de la Secta de los Hashashin, especialmente aquellas localizadas en el norte de Persia, como la fortaleza de Alamut. Luego, en 1258, Hulagu arrasó en Mesopotamia, y redujo a cenizas la ciudad califal de Bagdad; como consecuencia, gran parte de su población fue masacrada, incluyendo al propio califa abasí.

Saqueo e Incendio de Bagdad por los mongoles, dirigidos por su khan Hulagu

Una vez tomada Bagdad, Hulagu preparó una invasión contra el Sultanato Mameluco de Egipto, tomando Alepo, Damasco, Jerusalén, y atrincherándose en la franja de Gaza. Sin embargo, y al igual que durante la conquista de Rusia, Hulagu fue llamado de vuelta a Karakórum. Resulta que Mongke Khan había fallecido durante el asedio a la ciudad china de Chongqing. Hay mucho debate sobre el motivo del deceso: hay quienes aseguran que murió herido por una flecha lanzada por un arquero chino, mientras que otros relatos afirman que falleció enfermo de disentería o cólera. Sea cual sea la situación, la repentina muerte de Mongke obligó a Hulagu a abortar la campaña en Siria y Egipto.

A raíz de la campaña de Hulagu en Medio Oriente, se dio una nueva fragmentación: el Ilkanato. Esta entidad política fue un kanato periférico mongol, gobernado por la casa de Hulagu, y constituyéndose como una región mongola que englobaba, netamente, a los territorios conquistados de religión musulmana. Aunque nominalmente, el Ilkanato seguía sujeto a la jurisdicción del gran khan.

Máxima Extensión del Ilkanato (Siglo XIII)

Guerra Civil Toluida

La muerte de Mongke trajo consigo una nueva disputa por la sucesión que enfrentaba a dos de los hermanos del khan: Ariq Boke y Kublai. Resultó que mientras Kublai se encontraba luchando contra la Dinastía Song, Ariq Boke convocó un Kurultai para nombrarse así mismo gran khan. Este nombramiento fue aceptado por varios miembros de la familia real, excepto por Hulagu, khan del Ilkanato, ya que apoyaba a su hermano Kublai.

Debido a la rápida modernización del pueblo mongol, surgió un segmento más tradicionalista que pretendía volver al estilo de vida seminómada de las estepas, postura que representaba Ariq Boke. Mientras que había otro bando dentro de la corte mongola, que estaba encantado con los lujos, la cultura china, y la filosofía budista, (y por ende proponían adaptar el sistema de gobierno chino al Imperio Mongol), ideal que representaba Kublai.

Representación de la Guerra Civil Toluida (1260-1264)

El resultado fue que en 1260, ambos pretendientes se nombraron gran khan, por lo que varios miembros de la familia real tuvieron que elegir un bando. La guerra civil se desató por toda Mongolia, prolongándose por tres años. Inclusive, la gran urbe de Karakórum fue devastada por las batallas que se produjeron. Aún contra todo pronóstico, Kublai logró derrotar a su hermano y hacerse con el trono en 1264, convirtiéndose así en Kublai Khan.

El Reinado de Kublai Khan y la Pax Mongolica

Kublai Khan heredó un imperio muy distinto del que había dejado su abuelo Genghis al fallecer, puesto que la sobreextensión obligó al khan a separar el país en cuatro kanatos, cada uno gobernado por su propio khan, aunque en la teoría seguían gobernando en nombre del gran khan. La Horda de Oro gobernó Rusia, la estepa Ponto-Caspiana, y el norte del Mar Caspio; el Ilkanato gobernó Medio Oriente; el Kanato de Chagatai gobernó los territorios túrquicos de Asia Central; y finalmente estaban los territorios del gran khan, que vendrían a ser China, Mongolia y el Lejano Oriente.

Estas autonomías también hicieron más complicado continuar con la expansión hacia el oeste, ya que las rivalidades entre los kanes fueron bastante presentes; no obstante, los líderes regionales igualmente intentaron continuar con las campañas. Por ejemplo, en 1260 los mongoles lanzaron una invasión al último imperio musulmán superviviente: el Sultanato Mameluco de Egipto. Todo parecía indicar que el mundo islámico, en su totalidad, caería bajo el poder de Hulagu y el Ilkanato; sin embargo, Baibars, un prestigioso general mameluco, logró derrotar a los invasores en la Batalla de Ain Yalut – lo cual supondría el fin de la expansión del Ilkanato.

Batalla de Ain Yalut (1260): mamelucos contra mongoles

Del mismo modo, los kanatos se asimilaron a las culturas locales, llegando incluso a adoptar la religión de los pueblos que gobernaban. Por ejemplo, Berke Khan, líder de la Horda de Oro, adoptó el Islam sunita en 1252, mientras que los ilkanes transicionaron por distintas religiones (Budismo tibetano, Cristianismo nestoriano, Zoroastrismo, etc.) hasta que finalmente se decantaron por el Islam, convirtiéndola en la religión oficial del Ilkanato.

Durante el reinado de Kublai Khan, el Imperio Mongol alcanzó su mayor apogeo y su máxima expansión territorial, cubriendo 33 000 000 km2. Al ser menos frecuentes las guerras y las conquistas, el Estado mongol se internó en un periodo de paz y prosperidad dentro de sus fronteras, al cual se le conoce como Pax Mongolica o Pax Tartarica. Durante este periodo se reabrió la Ruta de la Seda, la cual estaba en desuso desde la primera expansión del Islam, lo que permitió la proliferación del comercio y el intercambio entre pueblos que vivían en dos puntos distintos del mundo; así como la protección del complejo sistema postal mongol. Fue gracias a la unificación de Asia, que el asalto a caravanas se hizo menos frecuentes, por lo que el comercio se hizo más seguro.

Máxima Extensión del Imperio Mongol

Objetos lujosos viajaban de Oriente y Occidente, y tanto China y Mongolia como Europa fueron introducidos a productos novedosos, lo que fomentó el desarrollo tecnológico. Por la Ruta de la Seda viajaban hacia Europa caravanas que transportaban la seda de China, y distintas especias como el jengibre, la canela, la pimienta y la nuez moscada, que era traídas desde Indonesia por estas rutas transcontinentales. De la India llegaba algodón, perlas y otras piedras preciosas de gran valor en Europa; y de Persia, armas, alfombras y objetos de cuero. También se dio a conocer la pólvora – originaria de China – en Europa. Por su parte, Lejano Oriente recibía de Europa plata, ropajes, lino y otros bienes.

Este incremento del comercio significó que las naciones y sociedades que se vieron integradas dentro del Imperio Mongol, aumentaron en cierta manera su nivel de vida en general, debido al descubrimiento de nuevos bienes y mercados. Ciudades como Alepo, Basora, Kabul o Beijing se convirtieron en los principales emporios comerciales, y en ciudades ampliamente pobladas.

Kublai Khan, gran khan del Imperio Mongol

Debido a que Karakórum quedó destruida tras la guerra civil, Kublai trasladó la capital del imperio a Janbaliq, también llamada Cambuluc o Dadu (la actual Beijing). Desde su suntuoso palacio, Kublai Khan se proclamó emperador de China en 1271, creando oficialmente la Dinastía Yuan (dinastía mongola que regirá China por el siguiente siglo). Para legitimar su poder, el khan preparó una ofensiva contra el remanente del Imperio Song, el cual aún gobernaba en el sur de China.

A la vieja usanza, los mongoles dieron uso de su infalible estrategia del terror y el exterminio para así lograr presionar en la conquista. Destaca el asedio mongol a la ciudad de Xiangyang, donde Kublai logró derribar sus potentes murallas tras varios años de estado de sitio, gracias a los trabuquetes o lanzapiedras que le enviaron sus parientes del Ilkanato. En 1276, las constantes victorias de los mongoles les permitieron abrirse el paso hacia la capital china, Linan. La inminente llegada de los mongoles a la ciudad capital, obligó a la corte china a evacuar a su emperador al sur, quien contaba con tal solo cinco años, por vía marítima.

En 1279, Kublai envió a su novedosa flota (compuesta por navíos chinos requisados) a luchar contra los últimos remanentes Song en la bahía de Cantón, donde se desarrolló la decisiva Batalla de Yamen. Tras esta victoria mongola, Kublai logró agenciarse con toda China. Los territorios recientemente conquistados serían incorporados al Estado del Gran Yuan, el cual vendría a ser la porción del Imperio Mongol que era administrada directamente por el gran khan.

Mongoles frente a una ciudad china

Kublai Khan, como buen apasionado a la cultura china, logró incluir la administración Song fácilmente al gobierno mongol. Creó una secretaría general que dirigiera la administración civil en el reino de Yuan, la cual estuvo dividida en ministerios; mientras que delegó el gobierno de las provincias chinas a gobernadores y vicegobernadores regionales. Del mismo modo, Kublai hizo bastante hincapié en la administración del Tíbet, debido al interés del khan por la filosofía budista. Es más, Kublai fue el primer gobernante mongol en convertirse al Budismo, gracias a la predicación del lama tibetano Drogön Chögyal Phagpa, con quien – parece ser – forjó una amistad.

Evidentemente, la conversión del gran khan al Budismo significó un impulso para esta religión, aunque Kublai siempre se mostró tolerante y abierto con todas las demás religiones. Su corte era de las más variadas de la historia, puesto que se rodeó de asesores políticos, ingenieros, astrónomos, cartógrafos e intelectuales de todo tipo de nacionalidad: mongoles, tibetanos, persas, turcos, europeos cristianos, y chinos no han (cabe resaltar que la etnia han, mayoría en China, fue bastante marginada durante la era mongola).

Phagpa meditando junto a Kublai Khan

Kublai también fue un promotor de las artes y la ciencia, tomando bajo su mecenazgo la ópera y el teatro chino; incluso el khan fue un escritor prolífico de poesía china, aunque la mayoría de sus obras no han sobrevivido. En la otra mano, Kublai promulgó varias reformas agrarias, potenció la producción local, modernizó y amplió el sistema de irrigación, y creó bancos de grano. También construyó puertos, carreteras, edificios públicos en las grandes ciudades, templos, academias, etc. Asimismo, introdujo el primer papel moneda, pero fue un proyecto que acabó en desastre debido a la inflación y a la falta de disciplina fiscal.

Mientras que Janbaliq, la Beijing moderna, era la capital oficial, Kublai instaló su palacio de verano en Shangdu (ubicada en Mongolia Interior). Desde ese lujoso retiro de verano, Kublai recibió todo tipo de visitantes, entre los que destaca Marco Polo, quien llegó a Shangdu en 1275, y aparentemente fue un valioso consejero del khan.

Los Polo frente a Kublai Khan

A pesar de haber realizado un conquista bastante exitosa en el sur de China, el resto de las campañas de Kublai resultaron en un fracaso tras otro. En 1274 y 1281, el khan organizó dos intentos de invasión a Japón, las cuales acabaron en desastre debido a que un tifón hizo añicos la flota mongola, y los pocos barcos que lograron desembarcar – aparentemente en la Bahía de Hakata – fueron repelidos por las continuas emboscadas de samuráis. Kublai, al igual que su difunto hermano Mongke, también intentó anexar la Indochina, pero tras fracasar en la toma de Birmania, Camboya y Vietnam, el khan tuvo que contentarse con hacerlos estados tributarios. A esto se le podría agregar un fallido intento de conquistar la isla de Java, en Indonesia (ocurrido en 1293), cuyo fracaso se puede adjudicar también a la falta de experiencia naval de los mongoles.

Si bien es cierto que el reinado de Kublai fue visiblemente próspero, sus últimos años fueron bastante inestables, debido a las conspiraciones, y rebeliones que estallaron. Del mismo modo, tras la muerte de su esposa y heredero, Kublai Khan se aisló progresivamente de la política, cayó en depresión, engordó una barbaridad, y cedió al alcohol. Finalmente murió de gota en 1294, a la edad de 78 años, dejando a un imperio desunido, sobreextendido, y en inicio de su decadencia.

Declive de los Mongoles

Tras la muerte del gran Kublai Khan en 1294, las fragmentaciones que arrastraba el Imperio Mongol se acentuaron notoriamente. Si bien es cierto que Kublai dejó una vasta descendencia capaz de seguir gobernando a los mongoles, lo cierto es que él fue el último soberano considerado como gran khan por la historiografía.

La debilidad política de los sucesores de Kublai, sumado a la política mongola de preservación étnica y religiosa de los lugares conquistados, llevaron a la inevitable desaparición de la autoridad central del imperio. El hecho de que el gran khan apenas controlase de facto China, Mongolia y sus alrededores (los territorios de la Dinastía Yuan), fue dejando a los kanatos periféricos con cada vez mayor autonomía. Por ejemplo, la administración de la Horda de Oro aún mantuvo la influencia mongola, pero se adaptó notablemente a las costumbres locales; algo similar sucedió con el Ilkanato, que con el pasar de las décadas, se asemejaba más a un imperio musulmán que a uno mongol. El Kanato de Chagatai fue una excepción, ya que fue el que más preservó sus raíces turco-mongolas.

Mapa de los Kanatos del Imperio Mongol (1294)

Uno de los factores determinantes en la decadencia del Estado mongol reside en la profunda influencia cultural que experimentaron los mongoles, un pueblo con raíces nómadas, en las naciones conquistadas. Esta asimilación cultural condujo rápidamente a su absorción por las respectivas culturas locales, dadas sus marcadas desventajas demográficas. En términos más simples: ”el imperio «mongol» escaseaba de mongoles”. La actual población de Mongolia, la cual se estima en apenas 3 000 000 de habitantes, podría ser considerada como una evidencia ilustrativa de este fenómeno.

La inevitable desaparición del Imperio Mongol también se puede deber a su modelo militar, imparable en los Siglos XII y XIII, y obsoleto para los siglos venideros. El modelo del ejército mongol era infalible en tierra, y más aún en un territorio de estepas donde la carga de la caballería jugaba un rol central en el escenario bélico. Sin embargo, este modelo se mostró notoriamente limitado en otro tipo de terrenos. El fracaso en conquistar la Indochina es prueba de ello, ya que los terrenos inhóspitos y la guerra de guerrillas les impedían hacer sus típicas maniobras.

Al ser un pueblo nómada de las estepas, nunca tuvieron éxito en la guerra naval, y más aún contra una nación insular como lo es Japón. Del mismo modo, con el pasar de los siglos, la ”prestigiosa e imponente” caballería mongola se mostró obsoleta y anticuada, puesto que no era rival contra la pólvora y las armas de fuego primitivas.

Caballería Mongola

La inestabilidad política, las rebeliones, la hambruna y la progresiva separación de los cuatro kanatos, hicieron inviables nuevas conquistas. Los tres kanatos occidentales fallaron en sus campañas independientes, y más bien lucharon entre ellos por disputas fronterizas. El primero en desaparecer fue el Ilkanato, el cual se fragmentó en sultanatos mongoles, turcos y persas menores en 1350. Algo similar sucedió con el Kanato de Chagatai el cual se subfragmentó en varios kanatos, los cuales terminarían – décadas después – bajo la influencia de la Dinastía Timúrida.

La estocada final del Imperio Mongol cayó cuando la Dinastía Yuan entró en un periodo tumultuoso de separatismos y guerras civiles, influenciado por la aparición de la Peste Negra, el debilitamiento económico y los desastres naturales. Estos factores propiciaron una rebelión de los chinos han en 1368, quienes ocuparon la capital mongola, Janbaliq, y fundaron la Dinastía Ming. Por su parte, los mongoles se replegaron al norte donde continuaron su dominio bajo la denominación de Dinastía Yuan del Norte.

Estado del Imperio Mongol (circa 1400)

Tras el resurgimiento chino, los mongoles perdieron total influencia sobre varios de sus territorios, e incluso varios vasallos se independizaron. Por estas fechas, la Horda de Oro (el último kanato superviviente), se desligaría totalmente de los mongoles, para luego fragmentarse en el Siglo XV. De esta forma la herencia imperial de Genghis Khan llegó a su fin, aunque su influencia perdure en el pequeño país de Mongolia, donde se recuerda con nostalgia el imperio que crearon los grandes kanes.

Referencias Bibliográficas

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